Personas Postradas

- Situación demográfica:


Desde mediados de la década de los 60, Chile ha experimentado una transición demográfica caracterizada por el envejecimiento de su población, esto debido a la gran disminución en la fecundidad y mortalidad. Debido a estos cambios, la población adulta mayor ha sufrido un trascendental aumento. En el censo del 2002, la población adulta mayor alcanzaba un 11,4% con 1.717.478 del total de la población chilena. De este total, los mayores de 80 años alcanzaron el 14,7% con 250.840. Según el índice de vejez el 2010 habrá 58 adultos mayores por cada 100 menores de 15 años. Valparaíso es la región que cuenta con el envejecimiento más acelerado de su población, llegando a 103 adultos por cada 100 menos de 15 años para el 2010.


- Persona postrada:


Una persona postrada es aquella que tiene su capacidad para desempeñar las actividades de la vida diaria disminuidas, debido al detrimento en su movilidad. La inmovilidad va desde restricciones al deambular hasta la dependencia total.
La postración se puede dividir de acuerdo al tiempo de evolución de ésta en:


a) Transitoria: Debida a enfermedades en que su tratamiento o corrección elimina la inmovilidad
b) Prolongada: En relación a una enfermedad cuya resolución o eliminación de su causa no cesa la postración o las secuelas


- Leve: Mantiene AVD, pero presenta limitación para ejercicios y movimientos musculares.
- Moderado: Rápido encamamiento o vida cama/sillón, por 3 días mínimo.
- Severo: Encamamiento prolongado y limitación personal.


- Adulto postrados en Chile:


En Chile, existe un total de 104.875 personas postradas, de los cuales 42.909 personas se encuentran en el rango entre 0 y 59 años, y en población mayor de 60 años, existen 61.966 personas en esta condición


- Atención domiciliaria a personas postradas en Chile


A nivel ministerial surge el programa Atención Domiciliaria a personas con discapacidad severa en Febrero del 2006. Su objetivo es mejorar la calidad del cuidado de la persona postrada y aliviar a la familia cuidadora, otorgando atención integral y humanizada, manteniendo a la persona integrada a su entorno, disminuyendo la carga del cuidador, impidiendo de este modo la institucionalización a través de la coordinación de la red asistencial con la comunidad, para así mejorar la eficiencia en el uso de los recursos.


- Dilemas éticos:


1. Sentido o cuestionamiento de la vida de la persona postrada:
En el paciente postrado, sus energías están dedicadas a sobrellevar su situación de dependencia, sus actividades se ven sumamente limitadas por lo que carece de la capacidad para lograr alguna meta de vida o de autorrealización, el cuerpo debe entregarse a otras manos y surge la búsqueda del sentido de la vida, donde aparentemente no lo hay.¿Qué propósito llenan sus días?¿Cuál es la justificación para sus esfuerzos? La persona debe replantearse su vida, debe buscar una nueva motivación para cuando en el fondo nos enfrentamos al dilema de lo que ocurre cuando la defensa de la vida se convierte en un perjuicio de la calidad de ésta, donde debe alcanzar una aceptación de su nueva situación vital.


  • Justicia: Toda persona debería poder alcanzar la sensación de plenitud y satisfacción con sus propias expectativas, en el caso del paciente postrado no existe elección y deben reajustarse las formas en que esta persona alcanzará sus propósitos.
  • No maleficencia: El hallar un sentido a la vida, se convierte en una difícil tarea, la calidad de vida al verse trasgredida por la defensa de esta, hace cuestionarse el deseo de cursar una vida así, se han visto polémicos casos donde se ha deliberado sobre interferir en el proceso natural del deterioro. Pero ¿realmente estas acciones serían a favor de la no maleficencia? En el no hacer daño, es importante tener en cuenta que es una persona especialmente vulnerable, por lo tanto su protección se hace más prioritaria frente a la desvalorización que puede recibir, es necesario considerar siempre que es un ser humano y en muchos casos un adulto.
  • Beneficencia: Ayudar a encontrar un propósito a la vida de un paciente postrado es la acción más benéfica que pueden realizar quienes lo rodean, devolver el amor por la vida.
  • Autonomía: Es necesario favorecer su autonomía aunque sea en mínimas acciones para que ante todo sea reconocido como ser humano y el propio paciente lo sienta así.


2. Derechos del paciente postrado:
El paciente debe tener el derecho a recibir una atención de salud óptima, en donde el equipo de salud sea el encargado de velar por todos los beneficios correspondientes a la enfermedad, entregándole la información oportuna. Sin embargo, no sólo se debe rescatar la justicia desde el punto de vista de la salud, si no también es necesario que cada paciente postrado, sea capaz de recibir lo que corresponde sin ser desplazado o discriminado por su condición física, sabiendo que siguen siendo personas con emociones y sentimientos.


  • Beneficencia: Los derechos del paciente postrado fueron creados para a protección de cada persona dependiente. Es por esto que el entorno que rodea a estos pacientes debe ser capaz de hacer valer estos derechos, no como un favor, sino más bien, como una obligación, procurando el bienestar del otro.
  • Autonomía: Este principio puede ser analizado desde las perspectiva en que se sabe que el paciente es el principal encargado de su cuidado, mientras esté en condiciones mentalmente óptimas. Por esta razón, el usuario debe ser orientado y enseñado con respecto a los derechos que rigen a los postrados para que así pueda decidir cual es la mejor opción de vida.
  • No maleficencia: Se basa principalmente en el hecho de irrespetar los derechos de los pacientes postrados, no entregándoles un cuidado de calidad, o más bien, obviando información importante que pueda influir en su diario vivir, ya sea por parte del equipo de salud como de su cuidador.


3. Problemas psicoemocionales del paciente postrado:
Son muchas las interrogantes que giran en torno a una persona postrada, pero la única persona que realmente sabe las respuestas es quien vive esa situación. La persona que se hace dependiente de otros, necesita a terceros para poder vivir y para nadie es una sorpresa que el necesitar constantemente de ayuda nos hace sentir inútiles muchas veces. Por otra parte, el lazo de dependencia física y emocional que se crea entre el cuidador y la persona cuidada es tan grande, que el primero llega a sentir que nadie podrá cuidarlo de mejor forma y el segundo a experimentar el temor y angustia de pensar que pasaría si no pudiera contar mas con esa persona lo cual lleva a un círculo de dependencia cada vez más difícil de atenuar, pudiendo llegar incluso a rechazar apoyo externo en momentos en que lo necesiten.


  • Beneficencia: Observado principalmente en el cuidador, quien entrega la atención al paciente postrado con el fin de procurar su bienestar más allá de sus intereses. Debe hacerle saber al usuario que las atenciones que brinda están basadas en el cariño hacia la persona y principalmente hacia su recuperación, enfatizándole que nada es realizado en forma de caridad o compasión.
  • Autonomía: Este principio se ve claramente disminuido, debido a que el paciente postrado siente que ya no puede valerse por sí mismo, sino que depende en casi su totalidad de un tercero, quien en este caso sería su cuidador. Por esta razón, es necesario que las personas que rodean al usuario sean capaces de entregarles herramientas oportunas para que el paciente pueda, también, hacerse partícipe de su propia vida.
  • No maleficencia: Su principal enfoque se basa en la ayuda prestada por el cuidador, quien debe ser capaz de entregarla, libre de sentimientos de lástima, que puedan alertar al paciente que cada día se convierte en una carga y pueda perjudicar en gran manera en su salud y/o recuperación.

Reflexión del Seminario

Sin duda el tema de los pacientes postrados, cobra cada vez mayor relevancia en nuestra sociedad, y en el ámbito de Enfermería, ya que, estadísticamente, los adultos mayores van en número creciente, no así la calidad de vida, lo que nos lleva a predecir que el número de pacientes postrados hoy y en el futuro, no deja de ser importante. Por tanto se hace relevante abrir foros de discusión sobre los cuidados necesarios para proporcionar una correcta satisfacción de necesidades en conjunto con la dignificación del ser humano, cuando ha perdido sus capacidades instrumentales de la vida diaria y otros como la funcionalidad.
Preguntas como ¿vale la pena vivir así?, deben ser respondidas, criteriosamente por cada uno, pero siempre recordando, los valores principales, el valor de la vida, y buscando siempre el bien de aquel que padece de la postración. La discusión sobre este tema, el planteamiento de los dilemas éticos y su análisis, nos pueden llevar al perfeccionamiento de políticas públicas de salud en relación a los paciente postrados, mejorando así la calidad en salud.

Rol de Enfermería

El rol principal de Enfermería es proporcionar los cuidados físicos y psicológicos adecuado, dentro de nuestras competencias al paciente postrado. Practicar con excelencia los cuidados, de tal forma que prolonguemos su vida, pero también la calidad de ésta. Es importante una buena instrucción del personal paramédico, para así, cuando existe falta de personal de Enfermería, lo que sucede en gran parte de los casos, a quienes deleguemos la responsabilidad de otorgar ciertos cuidados, también lo realice con excelencia, asegurándonos así, que el paciente reciba los cuidados necesarios y de calidad. Además no debemos dejar de perfeccionarnos en el área, investigar, seguir estudiando, con el fin de siempre mejorar los cuidados de estos pacientes, que lo requieren de forma urgente. Y no debemos olvidar, el cuestionamiento de las políticas en salud, que siempre pueden mejorar, como los criterios de inclusión por ejemplo, para así perfeccionar la calidad de atención